miércoles, 12 de mayo de 2010

Nocturnos, en clave de ausencia

Vigésimo segundo nocturno

Cotidianamente refunfuña un muchacho, vecino de mi barrio, que no comprende por qué algunos, o la mayoría a veces, malgastan tanto el tiempo en nuestros días buscando el secreto de la vida cuando la respuesta es tan fácil. Para él el secreto de la vida está en el arte. Eso sí; no sólo es poeta, también pinta. Sus padres, a pesar de sus treinta y tanto de años, aún lo mantienen; la semana anterior le cambiaron el auto.

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