De silencios y bajos
(Pintura de la artista marplatense Susana Roldán)
Tiene asumido, a su altura de la vida, que
lo realmente sustancial de la música son los silencios.
Ciertamente,
melodía,
armonía y ritmo no tendrían razón de ser y cualquier forma musical caería, intrascendente,
en oídos sordos y sacos rotos si no fuese por esos diminutos y precisos
garabatos que, intercalados y bien usados entre las notas, aparecen en el
pentagrama.
¿Y los
bajos, ¡esos sonidos que barajan el espíritu de los melómanos!?
¡Ah!, ¡los bajos que tan bien manejaba con sus
dedos largos y fuertes de la mano izquierda!
Ahora experimenta algo diferente. Los graves,
como pequeños gnomos, se le esconden en el teclado amarillento del piano que
envejeció a su par.
Al viejo pianista le tiembla, añosa, la zurda
y se empecina en reunir los sonidos más agudos que la diestra, aún ágil, le
roba a los martillos que golpean las cuerdas. El oído, algo duro, le juega malas
pasadas y no logra escuchar los yerros ni las ausencias de bajos… pero se conforma, a sus años, mirando las flores que, arriba del piano,
solitarias asumen que lo sustancial de la música son los silencios.
Hay querido amigo, si pudiera te dejaría un silencio y una mirada..
ResponderEliminaren la vida real.. sirven para decirlo todo
Un beso muy cariñoso..
Estrella
Estrella; he guardado, en mis ilusiones barajadas en tiempo que nos sucede, tu silencio y mirada que son, en realidad, capaces de decirlo todo y, en la distancia, te devuelvo con creces ese beso tan cariñoso.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarJorge.... me llegan tus palabras al corazón...tengo piano y lo dejo un poquitín abandonado por estar en la compu...de a poco he de ir ingresando a sus teclas, antes de que me comience el temblor en las manos.
ResponderEliminar¡¡¡ preciosas letras !!!
un beso
Un fuerte abrazo, Doris. Gracias por tu presencia.
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