Octagésimo quinto Nocturno
Ensayo
En un ensayo científico - que publiqué
hace algunos años y titulé “Cronos, Cosmos y Análisis” - escribí:
…“alguien le preguntó al otro:
- ¿Por qué caminás siempre tan despacio? ¿Para evitar la
fatiga?
El otro respondió:
- Camino despacio para que el alma siempre esté más allá de
mi cuerpo”…
Esto se dio
cuando descubrí (y puede demostrarse físico-matemáticamente pero no es el
propósito hacerlo) que cuando “alguien” ve, a cierta distancia, cruzando una
calle al “otro”, éste hará un ínfimo tiempo que se encuentra más allá del sitio
en el que aquél lo ubica (el caso puede darse, por lógica, recíprocamente). Las
conclusiones pueden ser variadas y para todos los gustos pero nadie puede
desechar la idea por no válida (pues ignoraríamos los principios de la mecánica
de Galilleo, Newton y Einstein).
Hoy, a
propósito, cuando pienso en la vida transcurrida más que en la ciencia
aprendida; doy en cuenta que, faltándome tantos seres amados, acepto las
lágrimas de acíbar derramadas por todas las palabras que no dije y la sarta de
cosas que me quedaron sin hacer…
Qué sé yo… aunque… ¡¿por qué
habré encontrado y releído éste ensayo?!... mi cabeza no para, ¡y no para!;
tanto como no se detienen el “alguien” y el “otro”…
Hola Jorge, es un análisis conceptual profundo el que haces amigo. Por momentos nos detenemos a pensar en todos los seres queridos que partieron, más cuando han pasado unos años de nuestras vidas.Pero rápidamente, sin olvidarnos,nos enganchamos en el presente, que es el camino para continuar con serena alegría con quienes amamos y nos rodean. Pienso que el alma es el ser interior que nos conoce mejor que nosotros mismos, por eso corre adelante nuestro, es bueno percibirlo para mantener nuestro equilibrio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo de corazón, querido amigo!!!
ResponderEliminarOiga, caballero, es tema es obvio, pero lo que me preocupa es eso de que la cabeza no para y no para... ¡Stop! Para, sal a la calle, relájate, camina, respira el aire puro o sucio, y ayuda a los demás, al vagabundo de la esquina, a la prostituta de la esquina, al deprimido de enfrente, ¡a quién sea!, pero déjate de dar vueltas a las cosas, para y haz algo útil. Escribir no es útil porque en España y en todo el mundo mundial no lee ni dios. Así que déjate de excusas, ayuda a quien lo necesita y te sentirás mejor. Los que se han muerto, muertos están. Déjalos en paz y a tu pasado de paso. Lo que cuenta es el presente y el futuro. Sólo serás feliz si ves dibujarse la sonrisa en la cara de un niño o de un adulto al que hayas ayudado con tu volcarte en sus problemas. Cordialmente y pásate por mi blog. Sólo tengo uno. Si quieres seguir charlando, charlamos. No hay problemas.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo. Tus conceptos son válidos y ten la seguridad que visitaré tu blog.
EliminarAh, oye, y si no duermes bien, pásate por el médico, hay unas pastillas que te mandan al país de morfeo en cuestión de minutos. Si quieres saber el nombre mi blog está a tu disposición. Todas esas historias tienen un solo común denominador: problemas fisiológicos. Y esos los curan los médicos en las consultas y en los hospitales. El resto es perder el tiempo, mi querido amigo. Ves cómo me preocupo por ti, igual que por los otros de la esquina. Yo, problema que intuyo, problema que dejo que se lo resuelva el interesado. Gracias por tu lectura. Un saludo.
ResponderEliminarme encanta haberte descubierto Tus letras me han llegado al alma
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