jueves, 15 de julio de 2010

Nocturnos, en clave de ausencia

Cuadragésimo quinto Nocturno

En mi ciudad hay una calle que muere zambullida en el puerto. Ahí está el río; y eso, para los inocentes y extranjeros, es una alegría bailantera… pero en mi pueblo es una pena... ¿saben por qué?... porque las aguas del Paraná de las Palmas y el aire están contaminados por una realidad negada... los físicos nucleares, políticos y profesionales justifican sus sueldos abultados ocultando la verdad mezquina... pero son tan estúpidos que se mueren pegaditos igual que nosotros, como lo hace esta calle del puerto en la vera del Paraná... No sé por qué un maestro de escuela tiene un sueldo mísero y estos testaferros ganan por lo que ocultan... vaya uno a saber ¿no?

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