Sexagésimo octavo nocturno
Quizás sea hora de buscar en otros espacios aquellos lugares en los que intentamos ocultar los sentimientos; sin detenernos a pensar que no hay demasiados recovecos donde hacerlo porque el candor de la lumbre de los cuerpos siempre los delata... como en el juego inocente de las escondidas; donde aprenden a esconderse del amor, con picardía, los chicos...
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