Quincuagésimo nocturno
Huelo y oigo el silencio. ¿O es que acaso el silencio no tiene por qué tener perfumes y ruidos? La fragancia y el murmullo del silencio reproducen el tiempo pasado enmascarándolo con aromas y ecos que jamás se ajustan al presente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario