viernes, 23 de abril de 2010

Nocturnos, en clave de ausencia

Decimoctavo nocturno

¿Niñez?, qué sé yo... Lejos. Aunque nada, ni nadie, puede estar tan allá. Más alejado que el pensamiento o los recuerdos. Cosas que están adentro... Tan cerca de nosotros.
Pensar y recordar es parte del arte y quien lo hace gira en sí mismo, retrotrayendo la vida a la figura de su esencia. Un plano que separa los ángulos del pasado de los del futuro.
Ventanales de vidrio transparente en habitaciones que dan al patio, al jardín, a la luz... La pieza oscura producía temor; aunque el alivio acudía a la mente porque la noche aún no llegaba.

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